Ni fresh ni fit o las mentiras que nos vende nuestro Servicio de Salud.

No voy a decir que fue en fechas recientes, porque la reclamación que presenté ante el servicio gallego de salud data de Mayo de este año. Fueron casi 3 meses los que se tomó este servicio para responderme ( y de qué manera! ) a mi reclamación, en relación a la poco o nada saludable oferta de comida y bebidas que se dispensa a través de las máquinas expendedoras del más reciente inaugurado Hospital de esta provincia. Tras la primera impresión, ante el retraso en la respuesta  e informalidad que trasciende de ello, vino la sorpresa, al leer con detenimiento la carta que me dirigían intentando sin éxito calmar mis ánimos ante la situación actual: que se  permita que la mala alimentación y los productos ultraprocesados penetren a sus anchas en un centro que se supone es de salud y  que por ella debe velar.

Me confirmaron algo de lo cual ya tenía conocimiento y es que dichas máquinas expendedoras se engloban dentro de los diferentes servicios que se adjudican a empresas externas y con los cuales el Servicio gallego de salud (SERGAS) negocia unos mínimos en cuanto a saludabilidad de los productos  ofertados. La tristeza y el mayor enfado vino al percatarme que toda aquella respuesta y documentos que acompañaban el escrito, eran una tremenda tomadura de pelo, la cual entraré ahora mismo a analizar y con la cual deben pretender mantener mudo a cualquier usuario de este servicio de salud sin los suficientes conocimientos para la interpretación de toda esta información.

Pues bien, inmersos al parecer en este proceso de cambio hacia una oferta «más saludable», las máquinas expendedoras tendrán que cumplir en breves fechas unos criterios que detallo aquí abajo, según la carta que se me remitió:

Los alimentos y bebidas se clasifican en estos 4 grupos: bebida, producto lácteo, snack y comida,  cada uno de ellos con unos requerimientos específicos (máximos) en cuanto a nº de calorías por ud. de venta,  grasas saturadas, azúcares y sal que no se deben rebasar.

Pues bien, según el Sergas y la propia empresa Selecta ( la adjudicataria de la concesión de dicho hospital ) los límites restrictivos en cuanto a calorías, grasas saturadas, sal y azúcares son suficientes para garantizar la oferta saludable de estas máquinas y a mí, que soy de números, se me hace imposible no analizar este cuadro en profundidad. Siguiendo esos límites restrictivos podríamos estar recibiendo una oferta saludable, claro que sí, pero también podríamos seguir comiendo la mayor parte de las porquerías que en ellas se ofrecen…

Estos son sus requerimientos:

fresh&fit

 

Y tras averiguar, a través de su propia web, qué se dispensaba a través  de esas máquinas fresh&fit, me encontré con una imagen muy ilustrativa, en la que se puede reconocer fácilmente por su packaging, productos que siguen distando bastante de ser saludables. Los más presentes, como siempre, son los snacks y las bebidas, no he encontrado lácteo alguno, y la comida se limita a una pequeña muestra de sandwiches de pan de molde blanco y de relleno desconocido.

Aquí se muestran productos que están efectivamente en esas máquinas expendedoras o podrían estar, de acuerdo a su criterio de saludabilidad:1 copia

Y en este otro cuadro se recogen los productos que he reconocido a simple vista, que se incluyen en las máquinas Fresh&fit y que no, no señores, ni siquiera cumplen sus propios y dudosos criterios para ser saludables.

2 copia

No hay una gran diferencia entre ambos cuadros, ¿verdad? Os invito a que leáis las interminables listas de ingredientes de estos productos y no os extrañéis si os encontráis aceite de palma o glutamato monosódico porque está presente en prácticamente todos los snacks. Explicarse esto no es fácil, es más fácil quejarse sin más. Es cierto que muy pocas personas se acercarían a una máquina de vending a comprar una fruta, por el precio por el que compramos un kilo en la frutería. También es cierto que estamos sobre-expuestos a miles de impactos diarios en cuanto a alimentación no saludable se refiere, cualquier lugar de espera, de paso, a la vuelta de cualquier esquina se ofrece. Pero existen iniciativas realmente saludables, que si bien todavía son minoritarias ¿por qué no implantar en los servicios de salud, si es que las máquinas no se van a eliminar? No tenemos que promover la salud y el bienestar o estamos jugando a otra cosa.

Vamos un poco más allá: Las irregularidades bien conocidas en este Hospital, que parece público pero es privado, ya que  la sociedad concesionaria lo arrendará al Sergas mediante un canon por 20 años, también afectaron al concurso para  la prestación de servicios no clínicos: restauración, lavandería, limpieza y mantenimiento, y otros facturados directamente a enfermos y acompañantes ( parking, cafetería y el mencionado vending…) ¿qué cosas pueden ocurrir cuando las adjudicaciones son directas, sin publicidad ni concurrencia?!!!

La Ley exige  estudios y grantías a los contratos públicos de cierta entidad, en los que se adjudican obras y concesiones al mismo tiempo que se contratan servicios privados para realizar servicios públicos.  Pero lo cierto y verdad es que existan o no irregularidades de base, como en las de este hospital, si consultamos cualquier otra licitación de servicios de alimentación ( no solo en Hospitales sino también en colegios, residencias de mayores, etc…) o de instalación y explotación de máquinas de bebidas y productos sólidos alimentarios, el criterio principal para la adjudicación es el económico, quedando relegado a un segundo plano el criterio de calidad, que se limita y asienta, en el caso del vending,  sobre la reputación que tienen las marcas comerciales más populares que se ofrecen en las máquinas y al servicio de atención al cliente/mantenimiento que les prestan. La supuesta «calidad» de una marca la asocian a su mayor presencia en el mercado, posición que ocupa en los lineales, fuerte inversión en marketing o a la amplia variedad de productos, pero esto parece inversamente proporcional a la calidad nutricional de los mismos.

 

Mi sentir es el de estar presenciando algún tipo de gran experimento político-sanitario a costa de la salud de la ciudadanía, sin hueco para la prevención, sin consciencia sobre el ahorro del gasto público en Sanidad que supondrían  políticas efectivas y racionales en el largo plazo. Que lo público se gestione como lo privado no tendría que ser malo de necesidad, pero por encima de eso está la SALUD, concepto que no deben comprender del todo bien ciertos actores de esta trama que dan respaldo a estas actuaciones. Para que me comprendáis mejor, os dejo la copia literal de parte del  e.mail recibido hace escasos días de la empresa AB Servicios Selecta España, S.L. ( empresa que se autodenomina en su propia web como especialista en vending en hospitales ) ante mi petición de información ampliada sobre el servicio Fresh&Fit que anteriormente os comentaba…opinen ustedes mismos!

«Fresh+ Fit es el nombre que engloba la iniciativa que ha tomado Selecta para involucrarse y diseñar una estrategia saludable que ayude al bienestar físico, psíquico y emocional de los empleados. Para ello, Selecta se compromete en promover y facilitar unos hábitos de consumo beneficiosos para la salud y en concreto un momento de descanso saludable mediante una experiencia de vending, más humana y personalizada.
Contamos con el apoyo de profesionales que pertenecen a la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, además de la certificación de los criterios nutricionales de la estrategia Fresh+ Fit por parte de la Fundación Alimentación Saludable.  Garantizando así que todo el surtido que ofrecemos en nuestros espacios “Fresh + Fit” es saludable y cumple los siguientes criterios nutricionales«

Los criterios, son los arriba comentados y analizados y que ellos mismos incumplen…

Las empresas adjudicatarias de los concursos públicos ( en cuanto a restauración colectiva y vending se refiere ) no son ONG’s y soy consciente que muchas de ellas harán verdaderos malabarismos para ofrecer menús a los precios que se adjudican por ejemplo en colegios ( porque estos son mínimos y parece que a veces nos olvidamos que en 2,70 eur. no solo se incluyen los alimentos sino también los gastos de personal, transporte y todos los necesarios para que el plato llegue a la bandeja del comedor )  o asumir costes adicionales en cuanto a mantenimiento y reposición en el caso de incluir productos frescos con una caducidad muy corta, en las máquinas expendedoras. No es el caso de entidades privadas que establecen costes por menú mayores o coles que deciden asumir ellos mismos la gestión de las comidas pudiendo ofrecer algo más adecuado y de mayor calidad. En lo público, es el Gobierno el que ampara y es responsable de los criterios mediante los cuales se realizan las licitaciones en los centros de salud y otros establecimientos, y mientras esto no cambie, la calidad nutricional de lo que se ofrece estará condicionada por los  límites del presupuesto.

Triste es que, para cerrar el círculo, sean ciertas Entidades del sector de la nutrición las que avalen, una vez más,  una mentira disfrazada de alimentación saludable.

Todos sabemos que en  las máquinas expendedoras se encuentran productos en su mayoría poco recomendables como bollería industrial, chocolatinas, snacks salados o dulces, galletas o bebidas azucaradas que nada de bueno aportan a nuestra salud. Por el contrario, colaboran en promover una alimentación excesivamente basada en azúcares refinados, grasas de mala calidad y en general productos ultraprocesados, a cuyo consumo se incita colocándolas en zonas concurridas, bien iluminadas y con vistosos colores y mensajes atrayentes. Si a esto le unimos que se ofrecen los productos más baratos y rentables para ellos y menos saludables para la población…no es difícil predecir que si no se retiran, se seguirá ofreciendo lo mismo. Esto señores, no es Fresh ni Fit, pero se deben pensar que pintándolo de verde y usando palabras en inglés se ganan más clientes, en este caso pacientes, que como su nombre indica, son ciudadanos que además están enfermos ¿Tiene esto alguna lógica?

Asumimos que, a quien le apetezca, se gastará el dinero en este tipo de máquinas, que aunque no son de juego o recreativas, bien que ponen en riesgo nuestra salud y juegan con ella en el momento que se hace un mal uso de las mismas y  el gesto se repite en nuestra rutina, cosa que suele pasar habitualmente cuando están ubicadas en nuestro lugar de trabajo o en algún lugar que visitemos con cierta asiduidad.

Quizás se necesita una actualización de los estamentos que permita tomar otra perspectiva, la de considerar los alimentos por lo bueno que nos aportan ( saciedad, nutrientes, sabores, texturas, aromas…) y no poniendo limitaciones mediante parámetros obsoletos que en absoluto determinan la bondad o maldad de un alimento y que se traducen en una oferta pésima colmada de productos ultraprocesados.

Hay que tener una mayor perspectiva…claro que sí, la dieta hay que valorarla de forma global teniendo en cuenta un período de tiempo más largo y no ciertas ingestas aisladamente, la actividad  física, el estatus de salud actual, los conocimientos, las limitaciones económicas y un largo etc… pero ¿cómo se te queda a ti el cuerpo si es el Servicio de Salud el que promueve y ampara estas «estrategias» que van tan en contra de ella?

Yo simplemente pienso que querer es poder y si las cosas se quisieran hacer bien se harían,  como en otros países y ya en algunas comunidades autónomas…

¿Qué tal si reclamas? ¿Qué tal si contestas a lo que ellos te contestan?¿qué tal si te mantienes firme? ¿qué tal si somos muchos los que lo hacemos? ¿qué tal si dejan de tomarnos el pelo? ¿qué tal si actuamos a nivel local e individual para conseguir grandes cosas a nivel global?¿qué tal si con pequeños gestos promueves tu salud y la de los que te rodean? o acaso ¿este no es un valor importante para ti? ¿lo es para ellos?. Espero que la sensatez nos lleve a buen puerto y nos haga huir de radicalismos en un sentido y en otro…¿que hay cosas que nos enervan? claro…pero ¿y si haces lo que está en tu mano para cambiarlo?

DSCF8315

Puedes leer más al respecto en el post que ayer mismo publicó Juan Revenga para Patia Diabetes y que ahonda en el mismo tema. Y sí, no pienso ensuciar mi timeline con una sola imagen de esas máquinas, os dejo unas ciruelas para que tengáis más opciones donde escoger porque si sabemos donde estamos y qué queremos, la mitad del camino está hecho.

Muchas gracias por seguir el blog y comprender la razón por la cual comparto y os inundo cada día con recetas e imágenes de alimentos frescos y  saludables.Esta vez tocaba ponerse serios ;D Hasta el próximo post!!!


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2 respuestas a “Ni fresh ni fit o las mentiras que nos vende nuestro Servicio de Salud.”

  1. Avatar de Mara
    Mara

    Lo único saludable que tienen esas máquinas es el AGUA.
    Todo lo demás se lo podían ahorrar….
    Y si iniciamos una petición en Change.org??????
    Me encantó que les escribieras!!!
    Besos!!
    Mara

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  2. […] paradoja no se reduce a las máquinas expendedoras. Los menús que reciben muchos enfermos ingresados incluye comida perjudicial para la salud. “Se […]

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